Hace unos meses anuncié este cactus como uno de los nuevos, fue el mes de diciembre del año pasado, compré el cactus porque no lo encontré en estado original, es decir, con las espinas blancas.
En este habían sido pintadas sus espinas, parece ser que existen empresas que les da por pintarlas (o el cactus con diversas purpurinas), habían en color azul y amarillo, pero me quedé con la de espinas verdes porque me parecía más "natural".
Vuelvo a repetir lo que ya comenté en aquella entrada; me parece terrible que pinten los cactus y crasas, les claven flores o las peguen con silicona (sí, sí, hay genta para todo...), a quien lo hace se me ocurren muchos sitios donde se podrían pintar, pinchar o pegar en lugar de hacerlo en estas plantas.
Como se puede apreciar parece ser que nacen espinas en su color natural, como debe ser.
Saludos,
Viatger.
En este habían sido pintadas sus espinas, parece ser que existen empresas que les da por pintarlas (o el cactus con diversas purpurinas), habían en color azul y amarillo, pero me quedé con la de espinas verdes porque me parecía más "natural".
Vuelvo a repetir lo que ya comenté en aquella entrada; me parece terrible que pinten los cactus y crasas, les claven flores o las peguen con silicona (sí, sí, hay genta para todo...), a quien lo hace se me ocurren muchos sitios donde se podrían pintar, pinchar o pegar en lugar de hacerlo en estas plantas.
Como se puede apreciar parece ser que nacen espinas en su color natural, como debe ser.
Saludos,
Viatger.
Mammillaria cuando la compré en diciembre de 2008. Foto: Viatger.
Mammillaria esta misma mañana. Fotos: Viatger.
3 comentarios:
Está muchísimo más bonita con sus espinas naturales.
Es una lástima que hagan cualquier atrocidad con tal de vender más!.
Un saludo.
Que horror, tranquilo que ya se irá ese color. Yo tengo una en naranaja que me regalaron, a ver si la pongo en fotos...
Efectivamente es una mammillaria gracilis var. Arizona Snowcap. Saludos
Sí Montse, mucho mejor con sus espinas naturales...
Tere vaya horror en naranja!
Saludos y besos,
Viatger.
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